4. ACTUAR SOBRE LAS MANIFESTACIONES FENOTÍPICAS EN EL SÍNDROME DE DOWN.


Existen medicamentos que han mostrado resultados positivos en la restauración de la función celular, casi siempre provenientes de investigaciones encaminadas a las funciones cerebrales de modelos de ratones trisómicos o transgénicos del síndrome de Down. Hasta se ha aseverado de su impacto positivos en humanos. Pero aunque es difícil aceptarlo, debemos esperar los tiempos adecuados para que dichos resultados tengan corroboración científica, ya que es fundamental que el efecto esperado sea concluyente en nuestra especie y no solo en ratones cuyo genoma difiere del nuestro, o provengan de estudios que se encuentran en sus primeras etapas y que todavía no cumplen los parámetros necesarios para ser certificados por la comunidad científica, también se han desarrollado algunas sustancias que demuestran ser restauradoras funcionales en cultivos celulares extraídos de personas con S.D. las cuales aún no han demostrado se eficacia in vivo, teniendo en cuenta las muchas variable que pueden alterar su estructura molecular durante el proceso metabólico y las posibles complicaciones de su uso en nuestros sistemas u órganos. Dichas sustancias químicas deben demostrar firmemente su poder de restauración funcional y su inocuidad entre otras muchas cosas. En lo personal sugiero a los padres de personas con síndrome de Down mucha prudencia al momento de suministrar algún medicamento, ya que es factible que el afán por ver un desarrollo adecuado de nuestros hijos genere en nosotros una ligereza en la toma de decisiones. anexo un articulo publicado por el dr. José Ramón Amor Pan. Especialista en Bioética, el cual estuve leyendo y me parece un informe bastante coherente, que puede ser guía antes de intentar una terapia farmacológica.  Una agenda ética para el futuro cercano del síndrome de Down....[Leer más]








A FLUOXETINA.

(Ojo, en proceso de investigación). El estudio relacionado en ratones, fue publicado por científicos de las Universidades de Bolonia y Queensland en la revista Brain. Para esta investigación, partieron de la idea de que, salvo las neuronas del hipocampo que sí que se forman principalmente después del nacimiento, la mayoría de células cerebrales humanas se forman durante el desarrollo fetal, por lo que un posible tratamiento de la enfermedad debería comenzar justo en ese momento. Así, se sirvieron de ratones modificados genéticamente y comenzaron la evaluación del desarrollo de las características típicas del síndrome, ayudándose de un tratamiento paralelo con Prozac. Afortunadamente, los resultados obtenidos fueron muy favorables y observaron cómo se restablecía el desarrollo normal del cerebro.


Historia.

La fluoxetina fue el primer fármaco comercializado dentro de la clase de antidepresivos ISRS. Apareció en Bélgica en 1986​ y en diciembre de 1987 obtuvo autorización de la FDA de los Estados Unidos como nuevo tratamiento para el trastorno depresivo mayor. Fue el primer agente de esta clase de antidepresivos (ISRS). Desde entonces, han ido agregándose a esa lista moléculas como sertralina, fluvoxamina, citalopram, escitalopram y paroxetina, y también han aparecido nuevas familias de antidepresivos, como los duales, cuyo ejemplo más representativo es la venlafaxina, pero que incluye también agentes como la duloxetina o milnacipram.
No obstante, la fluoxetina ha sido el agente antidepresivo más utilizado en el mundo.
En 2012 se descubrió que también podría ser un antiviral, pues podría inhibir la replicación de 62 enterovirus.


Descripción.

La fluoxetina es un fármaco no relacionado químicamente con la familia de los tricíclicos, tetracíclicos o con otros antidepresivos desarrollados anteriormente, de los que difiere no sólo por su estructura química (se trata de un compuesto bicíclico), sino también por su mecanismo de acción.

La síntesis de la fluoxetina es considerada por muchos como un éxito por la psicofarmacología moderna, puesto que se trató de la primera molécula antidepresiva con un perfil de seguridad favorable y efectos colaterales bien tolerados, lo que permitió que alcanzara una popularidad sin precedentes. La acción serotoninérgica de la fluoxetina es selectiva y no se vincula con reacciones adversas de tipo sedante y cardiovascular, típicamente observadas en los agentes antidepresivos conocidos hasta entonces, especialmente los tricíclicos. Las reacciones adversas más frecuentes son boca seca, pérdida de peso, Farmacocinética.


Absorción.

Se absorbe sin inconvenientes por vía oral, con escaso efecto de primer paso hepático. La magnitud de la absorción no se ve afectada por los alimentos, aunque éstos disminuyen levemente su velocidad. Por consiguiente, puede administrarse sin tener en cuenta la relación con las comidas.


Pico plasmático.

El pico de concentración plasmática se produce entre 6 y 8 horas después de su administración. Los mayores cambios electroencefalográficos y las variables psicométricas se producen pasadas entre 8 y 10 horas tras la administración de la dosis.


Unión a proteínas.

Su capacidad de unión a proteínas plasmáticas es muy importante, aproximadamente del 94%. Este hecho debe ser tenido en cuenta debido a posibles interacciones medicamentosas. La gran afinidad de la fluoxetina por las proteínas del plasma sanguíneo y su importante metabolismo hepático hacen pensar que las interacciones con otros fármacos se producen por desplazamiento o por competición enzimática. En dosis terapéuticas no inhibe el metabolismo del alcohol ni interactúa con él lo suficiente como para potenciar sus efectos centrales.


Metabolismo.

La fluoxetina es desmetilada en el hígado a norfluoxetina, su principal metabolito activo. Se excreta por la orina el 80%. De esta cantidad, un 2,5% lo hace como en la forma de la molécula original y un 10% como norfluoxetina. El resto son metabolitos conjugados. Con la materia fecal se elimina el 15%. La vida media de la fluoxetina es de 2 a 3 días y la de la norfluoxetina de 7 a 9 días. No se observan diferencias significativas en el metabolismo de la fluoxetina entre pacientes normales y urémicos.


FARMACODINÁMICA.

Mecanismo de acción.

La fluoxetina es un fármaco de acción específica: es un inhibidor potente de la recaptación de la serotonina en la neurona presináptica, con una acción relativamente más débil sobre la noradrenalina. Esto aumenta la concentración de serotonina en biofase, disminuyendo el recambio de serotonina por estímulo de los autorreceptores 5HT-1A y 5HT-1D. A medio y largo plazo se produce un efecto adaptativo con regulación negativa de los autorreceptores que se vincula con un efecto ansiolítico que se alcanza a los 10-14 días.

La fluoxetina se caracteriza por tener efectos más activantes que los otros compuestos de la misma familia. Estudios recientes señalan que la fluoxetina, a diferencia de los otros ISRS, aumenta los niveles de dopamina y noradrenalina en la corteza prefrontal. Esto se asocia con efectos positivos sobre la cognición y las funciones ejecutivas y explicaría su particular eficacia en el tratamiento de la depresión comórbida en pacientes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, ansiedad, nerviosismo e insomnio entre otras.


Uso de Prozac en humanos con síndrome de down.

A día de hoy no hay ningún estudio realizado en humanos que pueda corroborar los resultados obtenidos en ratones. Sin embargo, la noticia de estos hallazgos se ha extendido entre padres de niños con síndrome de Down, que han empezado a suministrar a sus hijos el fármaco bajo su responsabilidad. Es el caso de Paul Watson, que asegura haber comprobado resultados favorables en su hijo Nathan, de 14 años. Por eso, después de mucho tiempo luchando, ha conseguido que se comience un estudio en humanos para comprobar si los datos del estudio anterior son extrapolables. Para ello, unos médicos del centro médico de la Universidad del Sudoeste de Tejas, comenzarán a inscribir en un ensayo a mujeres embarazadas portadoras de fetos con síndrome de Down. Catorce de ellas, al azar, comenzarán a tomar Prozac y al resto se les suministrará un placebo. Una vez que nazcan los niños seguirán con el tratamiento hasta los dos años de edad, momento en que se evaluarán sus destrezas y se someterán a un estudio mediante resonancia magnética.

Si los resultados fuesen positivos podríamos estar hablando, por primera vez, de una posible cura para el síndrome de Down. La necesidad de comenzar el tratamiento durante el desarrollo fetal no sería un problema, ya que hoy en día existen diversas técnicas para poder diagnosticar la enfermedad en ese momento. Pero ahora la solución no sería hacer a las madres elegir si quieren abortar o no, sino que podrían comenzar el tratamiento para tener un hijo sano.

Los que hemos tenido en la familia algún caso de esta enfermedad sabemos lo triste que es verles tan felices, sabiendo cómo se apagan poco a poco. Ojalá esa sensación tenga los días contados. Y como siempre, gracias a la ciencia.


FLUOXETINA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES.

De 14 antidepresivos analizados, sólo uno tiene más beneficios que riesgos en niños y adolescentes con depresión grave, tal y como acaba de señalar un estudio publicado en la revista The Lancet. Aunque las autoridades sanitarias de EEUU y Europa ya incluyen severas advertencias contra su uso en esta población, algunos psiquiatras todavía los recetan.

Por lo general, en la mayoría de los casos, la depresión infantojuvenil se trata primero con psicoterapia, reservando los fármacos para casos muy puntuales. De hecho, ya desde 2004, la agencia estadounidense del medicamento (FDA por sus siglas en inglés) obligó a incluir una caja negra (la etiqueta de advertencia más estricta en aquel país) contra el uso de antidepresivos en menores por su posible relación con un aumento de los pensamientos suicidas.

Sin embargo, y pese a que el uso de estos medicamentos en niños y adolescentes es muy minoritario (1,6% en EEUU y 1,1% en el caso del Reino Unido), todavía se siguen recentando estos medicamentos, que el nuevo estudio vuelve a confirmar como inseguros e inefectivos para estos pequeños.

Investigadores de la Universidad china de Chongqing, dirigidos por el profesor Peng Xie, han analizado 34 ensayos clínicos con un total de 5.260 pacientes menores tratados por depresión de moderada a grave con 14 antidepresivos diferentes: Amitriptilina, citalopram, clomipramina, desipramina, duloxetina, escitalopram, fluoxetina, imipramina, mirtazapina, nefazodona, nortriptilina, paroxetina, sertralina y venlafaxina.

Algunos de los resultados de los trabajos sí habían sido publicados, pero muchos de ellos fueron recabados por los investigadores de estudios no publicados finalmente porque tuvieron resultados desfavorables.

De todos estos compuestos, sólo la fluoxetina demostró eficacia y seguridad en comparación con el placebo; mientras que en otros casos los autores observaron -en la línea de la FDA- un aumento de las ideas suicidas en los chavales tratados.

Se calcula que un 3% de niños de seis a 12 años y un 6% de adolescentes de 13 a 18 tiene depresión, un trastorno que los expertos consideran que puede estar incluso infradiagnosticado en comparación con los adultos debido a que algunos de ellos presentan síntomas muy inespecíficos, como irritabilidad, agresividad o rechazo a ir a la escuela.

De los 34 estudios analizados, el 65% estaban financiados por laboratorios farmacéuticos y el 29% de los trabajos fue considerado por los especialistas como de alto riesgo de sesgo.

De hecho, los investigadores subrayan que una de las principales conclusiones de su trabajo es la importancia de que todos los datos de las investigaciones se hagan públicos -tanto si el resultado final del ensayo es positivo como si es negativo-. "Cientos de miles de personas han aceptado participar en ensayos clínicos confiando en que se encuentren mejores tratamientos para sus enfermedades", subrayan los científicos chinos. Una vez dicho lo cual, añaden, "el retraso en la implementación de las políticas de transparencia de datos tiene consecuencias muy negativos para los pacientes y para la investigación médica".

Una idea en la que incide también Jon Jureidini, especialista de la Universidad de Adelaida (Australia), en un comentario que publica la misma revista. A su juicio, únicamente investigaciones independientes de la industria, con datos puros (sin procesar), pueden permitir avanzar a la ciencia en un terreno tan controvertido como el uso de los medicamentos antidepresivos en menores de edad.

De hecho, Jureidini considera que los beneficios observados para fluoxetina pueden estar incluso sobrevalorados; de la misma manera que considera que los riesgos de determinados antidepresivos pueden ser mayores en la población real de lo que se ha observado hasta ahora en los ensayos clínicos.


USO CLÍNICO.
  • Tratamiento del trastorno depresivo de moderado a grave, si no hay respuesta a la terapia psicológica después de 4 a 6 sesiones en niños > 8 años. El tratamiento antidepresivo debe ofrecerse a los niños o jóvenes con depresión de moderada o severa solo en combinacion con una terapia psicológica concurrente.
  • Tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (E: off-label en niños por edad). En USA su uso en esta indicación está autorizado en > 7 años) 
  • Tratamiento de fobias y ataques de pánico (E: off-label en niños por edad). 
  • Tratamiento de la bulimia nerviosa (E: off-label en niños por edad). 
  • Tratamiento de la agorafobia (E: off-label en niños por indicación). 
  • Tratamiento de la disforia premenstrual (E: off-label en niños por indicación). 
  • Tratamiento de ansiedad y/o mutismo selectivo asociado a desordenes del espectro del autismo (E: off-label en niños por indicación).

DOSIS Y PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN.


Depresión.

Niños ≥8 años y adolescentes Bajo peso: 10 mg/día. Si es necesario se podría incrementar a 20 mg/día
Tras muchas semanas (dosis máxima).

Peso elevado y adolescentes: Iniciar con 10-20 mg/día. En caso de empezar con 10 mg se podría incrementar posteriormente a 20 mg/día (dosis máxima).

Dosis alternativa: Algunos expertos recomiendan dosis inferiores a las recomendadas por la ficha técnica.

Niños ≤11 años: 5 mg/día que puede ser titulado hasta un máximo de 40 mg/día.

Niños ≥12 años y adolescentes: Inicialmente 10 mg/día que puede ser titulado hasta 40 mg/día.


Trastorno obsesivo compulsivo.

Niños <7 años: 5 mg/día vía oral.
Niños ≥7 años y adolescentes: Bajo peso: 10 mg/día. Si es preciso se puede incrementar a 20-30 mg/día.
Alto peso y adolescentes: Iniciar con 10 mg/día, incrementar a 20 mg/día a las 2 semanas. Dosis habitual: 20-60 mg/día.
Ansiedad, fobias y ataques de pánico (datos limitados)
Niños de 2-6 años: 5 mg/día o 0.25 mg/Kg/día por p.o. administrados en una única dosis. El inicio de efecto es lento. Se debe esperar hasta las 8-10 semanas para evaluar resultados y hasta los 6-9 meses no valorar la discontinuación. 


Bulimia nerviosa.

Niños ≥12 años y adolescentes: Iniciar con 20 mg/día oral durante 3 días, después 40 mg/día otros 3 días y a partir de ahí 60 mg/día.


Mutismo selectivo.

Niños ≥5 años y adolescentes: Inicialmente 5 mg/día durante 7 días, después, incrementara 10 mg/día y tras otros 7 días subir a 20 mg/día. Si es necesario se podría incrementar cada 2 semanas hasta un máximo de 60 mg/día.


CONTRAINDICACIONES.

Hipersensibilidad al principio activo o cualquiera de los componentes de la formula.

Separar la administración de fluoxetina de la administración de inhibidores de la MAO reversibles o irreversibles (Ej. linezolid) al menos 15 días, puede ocasionar reacciones fatales.


PRECAUCIONES.
  • Se ha observado que se presenta un riesgo aumentado de tendencias suicidas y agresividad en los pacientes niños y adolescentes tratados con fluoxetina. Se debe hacer un seguimiento estrecho de estos pacientes.
  • No existen datos sobre la seguridad a largo plazo en niños y adolescentes en relación al crecimiento y desarrollo puberal y desarrollo cognitivo, emocional y conductual. Se recomienda seguimiento estrecho
  • Se debe evitar la realización de tareas potencialmente peligrosas si se experimenta sensación de mareo y/o somnolencia.
  • Utilizar con precaución en insuficiencia renal o insuficiencia hepática.
  • Los ajustes de dosis en insuficiencia renal no son necesarios de rutina.
  • En caso de insuficiencia hepática la vida media de eliminación se verá aumentada, por lo que puede ser necesario disminuir la dosis o aumentar el intervalo de dosificación.

Sobredosis: agitación psicomotriz, convulsiones. Se practicaran las medidas generales de tratamiento de la intoxicación por antidepresivos, vigilando la función cardiorrespiratoria.


EFECTOS SECUNDARIOS.

En ensayos clínicos pediátricos los comportamientos suicidas y la hostilidad se observaron con más frecuencia en los niños y adolescentes tratados con antidepresivos en comparación con aquellos tratados con placebo. Por otra parte también se notificaron casos de reacciones maniacas (incluyendo manía e hipomanía), de retraso del crecimiento y de retraso en la maduración sexual o disfunción sexual. En los ensayos clínicos en pediatría, se ha asociado el tratamiento con fluoxetina con una disminución en los niveles de fosfatasa alcalina. Las más frecuentes en adultos son: trastornos gastrointestinales (especialmente los primeros días), anorexia, cefalea, temblor, insomnio, somnolencia, fatiga, ansiedad, mareos, vértigos y sudoración. Otros se describen a continuación:
  • Cardiovascular: Dolor torácico, hemorragia, hipertensión, palpitaciones, vasodilatación.
  • SNC: Alteraciones del sueño, pensamientos extraños, agitación, amnesia, ansiedad, confusión, mareo, labilidad emocional, cefaleas, insomnio, nerviosismo.
  • Dermatológicos: Prurito, rash, acné.
  • Gastrointestinales: Anorexia, falta de apetito, diarrea, dispepsia, flatulencia, nauseas, vómitos, xerostomía, alteraciones del gusto.
  • Neuromuscular: Hipercinesia, temblor, mareo.
  • Ocular: Visión anormal.
  • Ótico: Tinnitus, dolor de oídos.
  • Respiratorios: Faringitis, sinusitis.
  • Otros: Diaforesis, epistaxis, síndrome pseudogripal, albuminuria, despersonalización, etc…

INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS.
  • Fluoxetina incrementa los niveles de abiraterona (evitar), anticoagulantes (monitorizar estrechamente), benzodiacepinas (monitorizar), betabloqueantes (monitorizar), carbamazepina, (evitar), fenitoina (evitar), clozapina (evitar), dextrometorfano (monitorizar), metadona (evitar), mexiletina (monitorizar), mifepristona (monitorizar), propafenona (monitorizar), quinidina (evitar), risperidona (monitorizar), antidepresivos triciclicos (evitar).
  • Fluoxetina disminuye los niveles del metabolito activo de clopidogrel (evitar) y de los metabolitos activos de tamoxifeno (evitar).
  • Los efectos serotoninergicos de la fluoxetina se ven potenciados con el consumo de alcohol, analgésicos opiaceos, antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, antipsicoticos, buspirona, depresores del SNC, litio, metoclopramida,
  • Fluoxetina potencia los efectos tóxicos de aripiprazole, pimozida, tramadol, nifedipino y nimodipino. Monitorizar la combinación.
  • Los niveles de fluoxetina aumentan con cimetidina (evitar), antibióticos macrolidos (monitorizar), metoprolol (evitar), peginterferon (monitorizar)
  • La fluoxetina puede potenciar el efecto hipoglucemiante de los antidiabéticos orales (monitorizar)


DATOS FARMACÉUTICOS.

Excipientes Comprimidos: Celulosa microcristalina, sacarina, manitol, sorbitol, anis, aroma de menta, silice coloidal, almidón de maíz, estéril fumarato sodico, crospovidona.

Capsulas: almidón pregelatinizado de maíz, dimeticona, amarillo de quinoleina (E-104), eritrosina (E 127), indigotina (E-132) y gelatina.

Solución oral: Ac. Benzoico, sacarosa, glicerol, saborizante menta (con 0,23% de alcohol), agua purificada.


Administración:
  • La administración de una dosis única se realizara preferentemente por la mañana.
  • Se puede tomar independientemente de las comidas (con o sin alimento).
  • En caso de molestias gastrointestinales, administrar con alimentos.

PROZAC.
  • ¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?
  • ¿Cómo se debe usar este medicamento?
  • ¿Qué otro uso se le da a este medicamento?
  • ¿Cuáles son las precauciones especiales que debo seguir?
  • ¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis?
  • ¿Cuáles son los efectos secundarios que podría provocar este medicamento?
  • ¿Cómo debo almacenar o desechar este medicamento?
  • ¿Qué debo hacer en caso de una sobredosis?
  • ¿Qué otra información de importancia debería saber?
  • Marcas comerciales
  • Marcas comerciales de productos combinados.

Advertencia:

Durante los estudios clínicos, una pequeña cantidad de niños, adolescentes y adultos jóvenes (hasta 24 años de edad) que tomaron antidepresivos ('elevadores del estado de ánimo'), como la fluoxetina, tuvieron tendencias suicidas (pensaban en lastimarse o suicidarse o planeaban hacerlo o intentaban hacerlo). Los niños, adolescentes y adultos jóvenes que toman antidepresivos para tratar la depresión u otras enfermedades mentales tienen más probabilidades de tener tendencias suicidas que los niños, adolescentes y adultos jóvenes que no toman antidepresivos para tratar esas afecciones. Sin embargo, los expertos no están seguros sobre qué tan grande es este riesgo y hasta qué punto debe considerarse al decidir si un niño pequeño o adolescente debe tomar un antidepresivo.

Debe saber que su salud mental puede cambiar de maneras inesperadas al tomar fluoxetina u otros antidepresivos incluso si es un adulto mayor de 24 años de edad. Usted puede tener pensamientos suicidas, especialmente al inicio del tratamiento y en cualquier momento que se aumente o disminuya la dosis. Usted, su familia o su encargado del cuidado deben llamar a su médico inmediatamente si experimenta alguno de los síntomas siguientes: depresión nueva o que empeora; pensar en lastimarse o suicidarse o planificar o intentar hacerlo; preocupación extrema; agitación; ataques de pánico; dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido; comportamiento agresivo; irritabilidad; actuar sin pensar; inquietud grave y excitación anormal frenética. Asegúrese de que su familia o encargado del cuidado conozca los síntomas que pueden ser graves para que puedan llamar al médico si usted no puede buscar tratamiento por su cuenta.

Su proveedor de cuidado de salud deseará verle con más frecuencia mientras toma fluoxetina, especialmente al inicio de su tratamiento. Asegúrese de cumplir con todas las citas en el consultorio de su médico.

El médico o farmacéutico le dará la hoja de información del fabricante para el paciente (Guía del medicamento) cuando inicie su tratamiento con fluoxetina. Lea la información atentamente y si tiene alguna duda, pregúntele a su médico o farmacéutico. También puede obtener la Guía del medicamento del sitio web de la FDA: http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm.

Independientemente de su edad, antes de tomar un antidepresivo, usted, sus padres o la persona encargada de su cuidado deben hablar con su médico sobre los riesgos y beneficios de tratar su afección con un antidepresivo o con otros tratamientos. Debe hablar sobre los riesgos y beneficios de no tratar su afección. Debe saber que tener depresión u otra enfermedad mental aumenta considerablemente el riesgo de tener pensamientos suicidas. Este riesgo es mayor si usted o alguien de su familia tiene o alguna vez ha tenido trastorno bipolar (ánimo que cambia de deprimido a anormalmente emocionado) o manía (ánimo frenético, anormalmente emocionado) o si ha pensado o ha intentado suicidarse. Hable con su médico acerca de su afección, los síntomas y el historial médico personal y familiar. Usted y su médico decidirán qué tipo de tratamiento es adecuado para usted.


¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?

La fluoxetina (Prozac) se usa para tratar la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos molestos que no desaparecen y la necesidad de realizar algunas acciones una y otra vez), algunos trastornos alimenticios y los ataques de pánico (ataques repentinos e inesperados de miedo extremo y preocupación sobre estos ataques). La fluoxetina (Sarafem) se usa para aliviar los síntomas del trastorno disfórico premenstrual, incluyendo cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, distensión abdominal y sensibilidad en los senos. También se utiliza con la olanzapina (Zyprexa) para tratar la depresión que no respondió a otros medicamentos y los episodios de depresión en personas con trastorno bipolar I (trastorno maníaco-depresivo; una enfermedad que provoca episodios de depresión, episodios de manía y otros estados de ánimo anormales). La fluoxetina pertenece a una clase de medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina (selective serotonin reuptake inhibitors, SSRI). Funciona al aumentar la cantidad de serotonina, una sustancia natural del cerebro que ayuda a mantener el equilibrio mental.


¿Cómo se debe usar este medicamento?

La presentación de la fluoxetina (Prozac) es en cápsulas, en tabletas, en cápsulas de liberación retardada (libera el medicamento en el intestino) y en solución (líquido) para tomar por vía oral. La fluoxetina se puede tomar con o sin alimentos. La presentación de la fluoxetina es en cápsulas para tomar por vía oral. Las cápsulas, tabletas y el líquido de fluoxetina (Prozac), por lo general, se toman una vez al día en la mañana o dos veces al día, en la mañana y al medio día. Las cápsulas de liberación retardada de fluoxetina, por lo general, se toman una vez a la semana. La fluoxetina (Sarafem), por lo general, se toma una vez al día, ya sea todos los días o en determinados días del mes. Tome la fluoxetina aproximadamente a las mismas horas todos los días. Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta de la receta médica y pida al médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda. Tome la fluoxetina exactamente como se le indique. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de la que el médico le indique.

Es posible que su médico le indique que empiece con una dosis baja de fluoxetina y que aumente su dosis gradualmente.

Puede tomar 4 a 5 semanas o más antes de que sienta el beneficio completo del medicamento. Continúe tomando fluoxetina incluso si se siente bien. No deje de tomar fluoxetina sin hablar antes con su médico. Si deja de tomar la fluoxetina repentinamente, podría experimentar síntomas de abstinencia como cambios de humor, irritabilidad, agitación, mareos, entumecimiento u hormigueo en las manos o pies, ansiedad, sudoración, confusión, dolor de cabeza, cansancio y dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido. Es probable que su médico disminuya la dosis gradualmente.


¿Qué otro uso se le da a este medicamento?

En ocasiones, la fluoxetina también se usa para tratar el alcoholismo, el trastorno de déficit de atención, el trastorno límite de la personalidad, los trastornos del sueño, los dolores de cabeza, las enfermedades mentales, el trastorno de estrés postraumático, el síndrome de Tourette, la obesidad, los problemas sexuales y las fobias. Hable con su médico acerca de los posibles riesgos de usar este medicamento para tratar su afección.

Este medicamento se puede recetar para otros usos; para obtener más información hable con su médico o farmacéutico. 


¿Cuáles son las precauciones especiales que debo seguir?

Antes de tomar fluoxetina, informe a su médico y farmacéutico si es alérgico a la fluoxetina, a cualquier otro medicamento o a alguno de los ingredientes que contienen las preparaciones de fluoxetina. Pídale a su farmacéutico una lista de los ingredientes.

Informe a su médico si está tomando pimozida (Orap), tioridazina; o algún inhibidor de monoaminooxidasa (MAO) como isocarboxazida (Marplan), linezolida (Zyvox), azul de metileno, fenelzina (Nardil), selegilina (Eldepryl, Emsam, Zelapar) y tranilcipromina (Parnate) o si dejó de tomar algún inhibidor de monoaminooxidasa en las últimas 2 semanas. El médico probablemente le indicará que no debe tomar fluoxetina. Si deja de tomar fluoxetina, debe esperar al menos 5 semanas antes de comenzar a tomar tioridazina o algún inhibidor de monoaminooxidasa.

Informe a su médico y farmacéutico qué otros medicamentos con y sin receta médica y vitaminas está tomando o tiene planificado tomar. Asegúrese de mencionar cualquiera de los siguientes: alprazolam (Xanax); amiodarona (Pacerone, Nexterone); determinados antibióticos como eritromicina (E.E.S, Eryc, Ery-Tab), gatifloxacina, moxifloxacina (Avelox) y sparfloxacina (ya no está disponible en los EE. UU., Zagam); anfetaminas como anfetamina (en Adderall), dextroanfetamina (Dexedrine, Dextrostat, en Adderall) y metanfetamina (Desoxyn); anticoagulantes ('diluyentes de la sangre') como la warfarina (Coumadin, Jantoven); antidepresivos (elevadores del estado de ánimo) como amitriptilina (Elavil), amoxapina, clomipramina (Anafranil), desipramina (Norpramina), doxepina, imipramina (Tofranil), nortriptilina (Pamelor), protriptilina (Vivactil) y trimipramina (Surmontil); aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve, Naprosyn); buspirona; clopidogrel (Plavix); diazepam (Valium), digoxina (Lanoxin); diuréticos ('píldoras que provocan la eliminación de agua a través de la orina'); dolasetrón (Anzemet); fentanilo (Duragesic, Lazanda, Subsys, otros); flecainida (Tambocor); insulina o medicamentos orales para la diabetes; litio (Lithobid); medicamentos para la ansiedad y la enfermedad de Parkinson; medicamentos para enfermedades mentales como clorpromazina, clozapina (Clozaril, Versacloz), droperidol (Inapsine), haloperidol (Haldol), iloperidona (Fanapt) y ziprasidona (Geodon); metadona (Methadose); medicamentos para migrañas como almotriptán (Axert), eletriptán (Relpax), frovatriptán (Frova), naratriptán (Amerge), rizatriptán (Maxalt), sumatriptán (Imitrex), y zolmitriptán (Zomig); pentamidina (Pentam); quinidina (en Nuedexta); procainamida; medicamentos para las convulsiones como carbamezapina (Epitol, Tegretol, Teril) y fenitoína (Dilantin, Phenytek); sedantes; pastillas para dormir, otros inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina como citalopram (Celexa), fluoxetina (Prozac, Sarafem, Selfemra) o fluvoxamina (Luvox); inhibidores de recaptación de la serotonina–norepinefrina (IRSN), desvenlafaxina (Khedezla, Pristiq), duloxetina (Cymbalta), levomilnaciprán (Fetzima) y venlafaxina; sotalol (Betapace, Sorine); tramadol (Ultram); tranquilizantes y vinblastina (Velban). Es posible que su médico deba cambiar las dosis de sus medicamentos o supervisarle de cerca para saber si sufre efectos secundarios.

Informe a su médico qué suplementos nutricionales y productos a base de hierbas está tomando, especialmente productos que contengan la hierba de San Juan o triptófano.

Informe a su médico si usted o cualquier miembro de su familia sufre o sufrió un intervalo del síndrome de QT prolongado (un raro problema cardiaco que puede ocasionar un ritmo cardiaco irregular, desmayos o muerte repentina). Además, informe a su médico si tiene bajo nivel de potasio o magnesio en la sangre o si está recibiendo tratamiento con terapia de electrochoque (procedimiento en el cual se administran pequeños choques eléctricos al cerebro para tratar determinadas enfermedades mentales). Informe a su médico si tiene o recientemente ha tenido algún ataque cardiaco o si tiene o alguna vez ha tenido insuficiencia cardiaca, diabetes, convulsiones, o enfermedades del hígado o del corazón.

Informe a su médico si está embarazada, especialmente si está en los últimos meses de su embarazo o si planea quedar embarazada, o bien, si está amamantando. Si queda embarazada mientras toma fluoxetina, llame a su médico. La fluoxetina puede ocasionar problemas en los recién nacidos después del parto si se toma durante los últimos meses del embarazo.

Debe saber que la fluoxetina le puede ocasionar somnolencia. No conduzca ningún vehículo ni opere maquinaria hasta que sepa cómo le afecta este medicamento.

Recuerde que el alcohol puede aumentar la somnolencia ocasionada por este medicamento.

Debe saber que la fluoxetina puede ocasionar glaucoma de ángulo cerrado (una afección en donde el líquido se bloquea repentinamente y no puede fluir fuera del ojo, lo que causa un aumento rápido y grave en la presión del ojo que puede llevar a la pérdida de la vista). Hable con su médico sobre hacerse un examen de la vista antes de empezar a tomar este medicamento. Si tiene náusea, dolor de ojos, cambios en la visión, como ver aros de color alrededor de luces e inflamación o enrojecimiento en o alrededor del ojo, llame a su médico o busque inmediatamente tratamiento médico de emergencia.


¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis?

Tome la dosis que omitió tan pronto como la recuerde. Sin embargo, si ya casi es hora de la próxima dosis, omita la que olvidó y continúe con su programa normal de dosificación. No duplique la dosis para compensar la que omitió.


¿Cuáles son los efectos secundarios que podría provocar este medicamento?

La fluoxetina puede ocasionar efectos secundarios. Informe al médico si cualquiera de estos síntomas es intenso o no desaparece:
  • nerviosismo,
  • ansiedad,
  • dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido,
  • náuseas,
  • diarrea,
  • boca seca,
  • acidez,
  • bostezos,
  • debilidad,
  • temblor incontrolable de una parte del cuerpo,
  • pérdida de apetito,
  • pérdida de peso,
  • cambios en el deseo o capacidad sexual,
  • sudoración excesiva,
  • dolor de cabeza, confusión, debilidad, dificultad para concentrarse o problemas de memoria.
Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si experimenta cualesquiera de los siguientes síntomas o cualesquiera de los que se enumeran en la sección .

ADVERTENCIA IMPORTANTE o PRECAUCIONES ESPECIALES, llame a su médico inmediatamente:
  • sarpullido
  • urticaria o ampollas;
  • picazón;
  • fiebre;
  • dolor de articulaciones;
  • inflamación del rostro, la garganta, la lengua, los labios, los ojos, las manos, los pies, los tobillos o la parte inferior de las piernas;
  • dificultad para respirar o tragar;
  • agitación, fiebre, sudoración, confusión, ritmo cardiaco rápido o irregular, temblores, espasmos o rigidez muscular intensa, alucinaciones, pérdida de coordinación, náuseas, vómitos o diarrea;
  • ritmo cardiaco irregular, rápido o lento;
  • dificultad para respirar;
  • mareos o desmayos;
  • convulsiones;
  • sangrado o moretones inusuales.

La fluoxetina puede disminuir el apetito y ocasionar pérdida de peso en los niños. El médico de su hijo llevará un control detallado del crecimiento del niño. Hable con el médico de su hijo si tiene inquietudes acerca del crecimiento o del peso de su hijo mientras toma el medicamento. Hable con el médico de su hijo acerca de los riesgos de darle fluoxetina.

La fluoxetina puede ocasionar otros efectos secundarios. Llame a su médico si tiene algún problema inusual mientras toma este medicamento.


¿Cómo debo almacenar o desechar este medicamento?

Mantenga este medicamento en su envase original, cerrado herméticamente y fuera del alcance de los niños. Almacénelo a temperatura ambiente y lejos de la luz, del exceso de calor y humedad (no en el baño).

Los medicamentos que ya no son necesarios se deben desechar de una manera apropiada para asegurarse de que las mascotas, los niños y otras personas no puedan consumirlos. Sin embargo, no debe desechar estos medicamentos por el inodoro. En su lugar, la mejor manera de deshacerse de sus medicamentos es a través de un programa de devolución de medicamentos. Hable con su farmacéutico o póngase en contacto con su departamento de basura/reciclaje local para conocer acerca de los programas de devolución de medicamentos de su comunidad. Consulte el sitio web de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), (https://goo.gl/xRXbPn) para obtener más información de cómo desechar de forma segura los medicamentos, si no tiene acceso al programa de devolución de medicamentos.

Es importante que mantenga todos los medicamentos fuera de la vista y el alcance de los niños, debido a que muchos envases (tales como los pastilleros de uso semanal, y aquellos que contienen gotas oftálmicas, cremas, parches e inhaladores) no son a prueba de niños pequeños, quienes pueden abrirlos fácilmente. Con el fin de protegerlos de una intoxicación, siempre use tapaderas de seguridad e inmediatamente coloque los medicamentos en un lugar seguro, uno que se encuentre arriba y lejos de su vista y alcance. http://www.upandaway.org/es/


¿Qué debo hacer en caso de una sobredosis.

En caso de sobredosis, llame a la línea de ayuda de control de envenenamiento al 1-800-222-1222. La información también está disponible en línea en https://www.poisonhelp.org/help. Si la víctima se ha derrumbado, ha tenido una convulsión, tiene dificultad para respirar, o no puede despertarse, llame inmediamente a los servicios de emergencia al 911.


Los síntomas de sobredosis pueden incluir los siguientes:
  • pérdida del equilibrio,
  • confusión,
  • falta de capacidad de respuesta,
  • nerviosismo,
  • emblor incontrolable de una parte del cuerpo,
  • mareos,
  • ritmo cardíaco rápido, irregular o fuerte,
  • ver cosas o escuchar voces que no existen (alucinar),
  • fiebre,
  • desmayos,
  • coma (pérdida del conocimiento por un período de tiempo).

¿Qué otra información de importancia debería saber?

Asista a todas las citas con su médico.

Antes de hacerse alguna prueba de laboratorio (especialmente las que incluyan azul de metileno), informe a su médico y al personal del laboratorio que está tomando fluoxetina.

No deje que nadie más use su medicamento. Pregúntele al farmacéutico cualquier duda que tenga sobre cómo volver a surtir su receta médica.

Es importante que Ud. mantenga una lista escrita de todas las medicinas que Ud. está tomando, incluyendo las que recibió con receta médica y las que Ud. compró sin receta, incluyendo vitaminas y suplementos de dieta. Ud. debe tener la lista cada vez que visita su médico o cuando es admitido a un hospital. También es una información importante en casos de emergencia.


Marcas comerciales.

Prozac®

Prozac® Semanalmente

Rapiflux®

Sarafem®

Selfemra®

Marcas comerciales de producto combinados

Symbyax® (contiene Fluoxetina, Olanzapina)

Documento actualizado - 15/07/2018.


El tratamiento con fluoxetina induce neurogénesis mediante la activación selectiva de la vía WNT/ß-catenina en células progenitoras adultas del hipocampo.

Resumen: Se ha descrito que en modelos animales los antidepresivos inhibidores de la recampación de monoaminas incrementan la tasa de neurogénesis durante la etapa adulta, habiéndose propuesto que la generación de nuevas neuronas en el giro dentado del hipocampo es necesaria para el efecto comportamental de estos. Por otro lado, la vía WNT-BETA CATENINA desempeña un papel muy importante en el desarrollo del SNC, promoviendo la proliferación y diferenciación de las nuevas neuronas. Además, se ha demostrado que también interviene en los procesos de neurogénesis durante la edad adulta, regulando la progresión de ciclo celular. En este estudio se ha administrado el ISRS fluoxetina (10mg/kg/dia s.c.) a ratas macho Sprague-Dawley durante 14 días. Se emplearon técnicas inmunohistoquímicas para localizar BETA-Catenina con marcadores de diferentes estadíos del desarrollo neuronal, como son GFAP,SOX2, DCX, NeuN y BLBP. se clasificaron las células de la zona subgranular del GD en células madr4e quiescentes (GFAP +, SOX2 +), células progenitoras amplificantes ((GFAP - , SOX2 +), neuroblastos (DCX +), neuronas inmaduras (DCX + NeuN +) y neuronas granulares maduras (DCX + NeuN +) y se cuantificó el numero de células que expresaban BETA-Catenina para cada fenotipo celular. El tratamiento crónico con fluovetina incrementó selectivamente el número de células progenitoras amplificantes (31+- 3%) con acúmulos de BETA-Catenina mientras que en el resto de fenotipos no se observaron cambios estadísticamente significativos. Estos resultados sugieren que la fuoxetina activa selectivamente la vía de la Wnt/BETA-catenina en células progenitoras amplificantes promoviendo su salida del ciclo celular y su diferenciación para generar nuevas neuronas en el giro dentado del hipocampo.

Descripción: Trabajo presentado al XIII Congreso de la Sociedad Española de Neurociencia celebrado en Tarragona del 16 al 19 de septiembre de 2009.

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.B LA MEMANTINA MEJORA LA MEMORIA EN LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN.

(Ojo, en proceso de investigación) La memantina, un antagonista del receptor de NMDA utilizad.
o en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, podría estimular la función de memoria en las personas con síndrome de Down en etapas posteriores del desarrollo y, por tanto, mejorar sus capacidades cognitivas.

En un estudio doble ciego se aleatorizó una muestra de 40 adolescentes con síndrome de Down a recibir memantina o placebo en un seguimiento de 16 semanas, durante las cuales se comparó la función adaptativa y cognitiva de ambos grupos. 

Aunque los investigadores no encontraron ninguna diferencia importante entre los grupos en la mayoría de las medidas de adaptación y de capacidad cognitiva, aquellos que tomaron memantina mostraron una mejoría significativa en la memoria episódica verbal. Los adolescentes que tomaron memantina y memorizaron largas listas de palabras lo hicieron significativamente mejor que aquellos que tomaron el placebo. En un futuro, una línea de investigación pasaría por saber si la memantina podría evitar la aparición de la enfermedad de Alzheimer en las personas con síndrome de Down.

Mecanismo de acción Memantina: Antagonista no competitivo de receptores NMDA. Modula los efectos de los niveles tónicos de glutamato elevados patológicamente que pueden ocasionar disfunción neuronal.

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C. LA DISMINUCIÓN DE PROTEÍNA SNX27 EN EL SÍNDROME DE DOWN PUEDE SER RESPONSABLE DE UN MENOR RECICLAMIENTO DE RECEPTORES GLUTAMATO, Y POR TANTO DE LA DISFUNCIÓN DE SINAPSIS EXCITADORAS Y EL DESEQUILIBRIO DE CIERTAS FUNCIONES COGNITIVAS.

Investigadores descubrieron que el cromosoma heredado en el Síndrome de Down afecta al aprendizaje y la memoria, ya que conduce a bajos niveles de una proteína llamada nexina 27 o SNX27 en el cerebro, cuya producción es inhibida por una molécula codificada en el cromosoma 21.

En el estudio, realizado por los científicos del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham, en Estados Unidos, se puede ver cómo la muestra de SNX27 se reduce por la copia extra del cromosoma 21. De esta manera, los expertos demostraron que la restauración de SNX27 permite mejorar la función cognitiva y la conducta de los ratones.

Todo surgió porque los científicos trabajaron con ratones que no tenían una copia del gen SNX27 y notaron que los roedores, si bien eran normales, tenían problemas en el aprendizaje y la memoria, así que se investigó qué es lo que hacía ese gen.

De esta manera, llegaron a la conclusión que este gen permite mantener los receptores de glutamato en la superficie de las neuronas, que lo necesitan para funcionar mejor. Por este motivo el SNX27 mejoran la memoria y el aprendizaje.

El cromosoma extra en las personas que tienen síndrome de Down disminuye el nivel de una proteína en el cerebro, lo que lleva a problemas de aprendizaje y memoria. La investigación del Instituto de Investigación Médica Sanford-Burnham, de California, publicada en la revista Nature Medicine, indica que restaurar los niveles de la proteína mejora las funciones cognitivas de los ratones con el síndrome. Los investigadores descubrieron que la proteína SNX27 es codificada por el cromosoma 21. "En el cerebro, la proteína mantiene ciertos receptores en la superficie celular que son necesarios para la comunicación de las neuronas", explica Huaxi Xu, profesor de Sanford-Burnham.

"Así, en el síndrome de Down, creemos que la falta de SNX27 es al menos parte responsable de los defectos de desarrollo y cognitivos". Xu y su equipo primero trabajaron con ratones que no tenían una copia del gen SNX27, que produciría la proteína. Entonces percibieron que los ratones parecían normales, pero tenían significantes déficits de aprendizaje y memoria. Por qué sucede esto? Descubrieron que la proteína ayuda a mantener receptores de glutamina en la superficie de las células de las neuronas. Entonces, los investigadores resolvieron mirar al cerebro de las personas con Down, y comprobaron que lo mismo ocurre - niveles significativamente bajos de SNX27. El cromosoma 21 codifica un tipo particular de microRNA (pequeña parte de material genético que no codifica proteínas, pero influye en la producción de otros genes) que aparece en niveles más altos en los cerebros de personas con el síndrome, lo que corresponde casi perfectamente con la reducción de la proteína.

La llamada “sorting nexina 27” (SNX27) (entendiendo por “sorting” la cualidad de distribuir, repartir, dirigir) es una proteína cerebral que regula el tráfico dinámico de importantes moléculas que se encuentran en las sinapsis interneuronales, como son ciertos receptores y canales iónicos que median la transmisión sináptica. Por ejemplo, los receptores adrenérgicos β2, el rectificador interno de potasio tipo 2 (GIRK2), la subunidad 4a del receptor de serotonina, y la subunidad 2C del receptor glutamato NMDA. En la membrana postsináptica de las sinapsis de carácter excitador se alojan los receptores glutamato del tipo AMPA y del tipo NMDA. Su correcto tráfico (génesis, ubicación en el sitio correcto, reciclaje) es de enorme importancia para asegurar la transmisión nerviosa de carácter excitador, tan importante en muchos procesos neurales, incluidos los que tienen que ver con la cognición.


¿Qué sucede si disminuye la expresión de SNX27?

1. Se comprueba la existencia de la proteína SNX27 en cerebros de ratón (corteza, hipocampo y cerebelo) desde el primer día de nacimiento P0, y aumenta hasta el día P7. Este patrón de expresión es similar al de los receptores glutamato AMPA1 y NMDA1. En ratones totalmente privados de Snx27 (knockout, Snx-/-), dejaban de desarrollarse a partir del día 14 de su nacimiento (P14) y terminaban por morir en unas 4 semanas. Pero ya en el día P14 se apreciaba una fuerte reducción en la formación u desarrollo de las ramificaciones dendríticas.

2. Puesto que los ratones Snx-/- no eran viables, se estudió la función de esta proteína en ratones con un solo alelo: Snx+/-. Su desarrollo y tiempo de vida son similares a los de Snx+/+. Los ratones Snx+/-mostraron. 

  • reducción de la intensidad excitadora en las sinapsis y de la intensidad de la potenciación a largo plazo (LTP) 
  • disminución de la presencia de receptores glutamato
  • dificultades de memoria y aprendizaje

La SNX27 promovió, en cambio, el reciclamiento de los receptores glutamato en la superficie de la célula.


¿Cómo está la proteína SNX27 en los cerebros del síndrome de Down?

Se apreció una reducción en el contenido de SNX27 en la corteza cerebral, así como de receptores glutamato. Igualmente, se comprobó una reducción tanto de SNX27 como del factor de transcripción C/EBPβ, en el hipocampo de ratones Ts65Dn.

Al mismo tiempo, se analizaron los niveles de los miRNAs presentes en el cromosoma 21 en los cerebros de personas con síndrome de Down y de ratones Ts65Dn. Como era de esperar, se apreció aumento de tales miRNAs y se comprobó una correlación negativa entre la expresión del mi-RNA155 y la del ARN del SNX27. El mi-RNA155 regula de manera negativa el factor de transcripción C/EBPβ y consiguientemente la expresión de SNX27.

Es decir, la triple presencia de cromosomas 21 produce aumento de mi-RNA155, y ello hace disminuir la concentración del factor de transcripción C/EBPβ y su resultante, la proteína SNX27, que es la responsable del reciclamiento y presencia de receptores glutamato en las sinapsis excitadoras.


¿Qué sucede si entonces incrementamos experimentalmente la SNX27?

Se experimentó en los ratones Ts65Dn: se les inyectó mediante microcanulación dirigida al hipocampo ADN complementario de SNX27, y con ello se consiguió recuperar o corregir la transmisión sináptica en el hipocampo, así como la expresión de receptores glutamato.


COMENTARIO.
El presente trabajo muestra una nueva alteración en los mecanismos patogénicos responsables de la alteración de la función cerebral del síndrome de Down. En este caso se comprueba que el exceso del micro RNA inhibidor miR-155, derivado de la triple dosis de material del cromosoma 21, deprime la producción del factor de transcripción C/EBPβ, y eso hace reprimir la expresión de la proteína SNX27. En consecuencia, se perturba el tráfico de los receptores glutamato en la transmisión de las sinapsis en las que intervienen dichos receptores glutamato, que son de carácter excitador.
Ciertamente, esto puede explicar algo que ya conocíamos en el síndrome de Down: el desequilibrio entre la transmisión de carácter excitador (mediada por glutamato) y la de carácter inhibidor (mediada por GABA), en favor de esta última. En consecuencia, aparece un retraso en el funcionamiento de los procesos cerebrales en los que ambos sistemas debieran actuar equilibradamente: memoria, aprendizaje, cognición.
¿Qué nos viene a decir este estudio? Muestra una más de las alteraciones que se generan en el desarrollo del cerebro como consecuencia del exceso de dosis del material cromosómico en el síndrome de Down. Pensar que la corrección de una de ellas ―si alguna vez es técnicamente posible―, soluciona el problema, es una simplificación errónea. Es preciso seguir reuniendo más datos que la investigación sistemática nos irá ofreciendo.


RESTAURAR LOS NIVELES.

El equipo utilizó un virus no infectado para servir como un vehículo para introducir SNX27 humano en el cerebro de ratones con síndrome de Down. "Todo ha vuelto a la normalidad después del tratamiento con SNX27. Es increíble. En primer lugar, vimos receptores de glutamina regresar, a continuación, los déficits de memoria se han reparado", dijo Xin Wang, Xu estudiante de laboratorio y autor principal del estudio. "Las terapias genéticas de este tipo no tienen éxito en los seres humanos, por lo que están buscando pequeñas moléculas que podrían aumentar la producción o funcionamiento de SNX27 en el cerebro.


D. LOS ANTI-GABA RECUPERA LOS DÉFICIT FUNCIONALES Y NEUROMORFOLÓGICOS.

En la actualidad nos valemos de dos tipos de modelos animales de síndrome de Down para probar la posible eficacia de fármacos útiles para el síndrome de Down: los ratones trisómicos y los ratones transgénicos. Las ventajas y limitaciones de cada tipo de modelo son bien conocidas. A la hora de enfocar un posible abordaje o enfoque, utilizamos dos formas de estrategia:

Normalizar el resultado final, consecuencia de la acción desequilibradora de la trisomía; p. ej., una determinada función neuroquímica del cerebro

Frenar o neutralizar la acción de un particular gen

El artículo que aquí presentamos corresponde a la primera forma.

Se ha propuesto que parte del déficit cognitivo que existe en el síndrome de Down se debe a un predominio de la actividad neuroquímica inhibidora sobre la excitadora en el cerebro. Y de hecho, numerosos estudios han demostrado que en el ratón trisómico Ts65Dn hay un predominio de la acción inhibidora de los sistemas GABA sobre la acción excitadora en ciertas zonas del cerebro, por ejemplo en el hipocampo. Se ha comprobado una reducción de sinapsis excitadoras y una reducción de la potenciación a largo plazo (LTP), lo que explica el predominio de esa acción inhibidora. ¿Podría ello contribuir a la alteración de la cognición que observamos en estos ratones?

El aumento de actividad GABA en el cerebro produce efectos depresivos sobre sus funciones: sedación, amnesia, sueño, actividad anticonvulsivante, disminución de la capacidad de aprendizaje. El aumento excesivo puede llegar a la depresión generalizada del sistema nervioso, incluido el coma. De hecho, fármacos como las benzodiazepinas, los barbitúricos, el alcohol, algunos fármacos anticonvulsivantes y algunos anestésicos generales ejercen sus acciones en el sistema nervioso mediante el incremento de la acción inhibidora GABA a través de la activación de los receptores GABA-A.


¿Qué pasa cuando farmacológicamente frenamos la actividad nerviosa de tipo GABA?

Se ha comprobado que la administración de antagonistas del receptor GABA-A (picrotoxina, bilobulida, pentilenetetrazol) recupera la cognición y la LTP en el ratón trisómico. El problema estriba en que los antagonistas “generales” del sistema GABA lo hacen en todo el cerebro y pueden provocar ansiedad e incluso convulsiones. Eso obliga a buscar antagonistas de los receptores GABA-A que sean selectivos de sólo una parte de estos receptores.


¿Es esto posible?

Sí, porque la estructura molecular de los receptores GABA-A varía según el sitio del cerebro en donde estén ubicados. El receptor GABA-A está compuesto por 5 subunidades que se combinan de forma muy variable según el tipo de receptor, y eso le dota de cualidades específicas. Los receptores que contienen subunidades α1, β2/3 y γ2 median acciones sedantes, sueño, amnesia anterógrada, acción anticonvulsivante. Son los que más abundan en el cerebro. Los receptores que contienen α5 abundan en el hipocampo y es una subunidad clave en el desarrollo del aprendizaje y la memoria. Son muy sensibles al GABA y responden con inhibición tónica y potenciales inhibidores pasajeros. Están localizados tanto en las sinapsis como en las dendritas. Pues bien, el 25% de todos los receptores GABA-A del hipocampo contienen la subunidad α5, en las regiones CA1 y CA3 y en subículo. También se encuentran en las capas internas de la corteza cerebral y bulbo olfatorio.

Sabemos que los ratones con un déficit parcial de receptores GABA-A que contienen α5 en el hipocampo mostraron mejoría en pruebas de condicionamiento por miedo; y que ratones totalmente carentes de α5 mostraron mejoría en la memoria visoespacial. Por consiguiente, fármacos con capacidad de modular alostérica y negativamente el receptor GABA-A α5 podrían aumentar la actividad neuronal en el hipocampo, con actividad limitada en otras áreas cerebrales; es decir, no tendrían acción ansiogénica ni convulsivante.


¿Existen estos fármacos?

Sí. Los laboratorios Roche (Basilea, Suiza) los han desarrollado, entre ellos el llamado RO4938581. Su afinidad por los diversos subtipos de receptores GABA-A es la siguiente:

- α1β2γ2: 174±28 Ki (nM)

- α2β3γ2: 185±5 Ki (nM)

- α3β3γ2: 80±16 Ki (nM)

- α5β3γ2: 4.6±1.4 Ki (nM)


Métodos y experimentos.

Se utilizaron ratones trisómicos Ts65Dn machos de 3-4 meses de edad. Se constituyeron cuatro series de ratones. En la primera se estudió el efecto de RO4938581 sobre cognición, capacidades sensoriomotoras y neuromorfología de ratones controles y trisómicos. En la segunda se estudió la ansiedad y la potenciación a largo plazo (LTP). En la tercera se analizó si el producto tenía acción convulsivante. Y en la cuarta se completó el estudio sobre LTP. En las series primera y segunda el producto se administró por vía oral durante 6 semanas antes de realizar los estudios.

Se emplearon diferentes test y experimentos para evaluar cada una de las actividades propuestas.

Resultados.
El RO4938581, modulador alostérico negativo de receptores GABA-A y muy selectivo de los que contienen la subunidad α5, produjo en el ratón Ts65Dn los siguientes efectos:

1. En el test de Morris, mejoró sustancialmente la memoria operacional, el aprendizaje espacial y la memoria de los ratones trisómicos. Mejoró además sus estrategias de navegación en la piscina de Morris.

2. La LTP muestra la calidad y fuerza de transmisión sináptica en el hipocampo. Está claramente reducida en los ratones Ts65Dn. El fármaco restauró los valores de LTP en neuronas de CA1 del hipocampo (stratum radiatum) tras estímulo en colaterales de Schafer, llevándolos a los niveles de los ratones control.

3. Activó la formación de nuevas neuronas (neurogénesis) del adulto en la zona subgranular del giro dentado.

4. Aumentó la densidad de células granulares maduras y el número de sinapsis GABA en el hipocampo.

5. No mostró actividad convulsivante.

6. No indujo ansiedad, suprimió la hiperactividad y no alteró las habilidades sensoriomotoras.


Conclusión.

Los resultados demuestran que la inhibición GABAérgica circunscrita a los receptores GABA-A α5 del hipocampo mediante el producto RO4938581 revierte los déficits funcionales y morfológicos propios del ratón Ts65Dn mediante la facilitación de la plasticidad cerebral. Al mismo tiempo ofrecen la posibilidad de que el uso de moduladores alostéricos negativos del receptor GABA-A α5 puedan ser útiles terapéuticamente para tratar la disfunción cognitiva en el síndrome de Down.

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E. TERAPIA COGNITIVA Y KINESIOLÓGICA.
¿”Terapias”?

Nos arrollan las “terapias”. Nos agobia el deseo de que nuestro hijo con síndrome de Down no pierda el tiempo y aproveche el día al máximo. Se nos ha inculcado tanto que el cerebro se desarrolla especialmente en los primeros años de la vida, que no queremos dejarlo quieto ni un instante. Terapia ocupacional, estimulación precoz, fisioterapia, logopedia o fonoaudiología: todo nos parece poco. Cuanto antes, mejor; y cuantos más profesionales anden alrededor del niño, mejor. Confundimos calidad con cantidad.

Sue Buckley es una Profesora de Psicología con más de 40 años de experiencia en el mundo de la discapacidad, que adoptó una hija con síndrome de Down que ahora tiene 38 años. La Prof. Buckley dirige desde 1980 un grupo importante de investigación educativa en niños con síndrome de Down y es directora de la prestigiosa serie de libros “Down syndrome issues and information”. En su artículo “El desarrollo de los bebés con síndrome de Down”, que ha escrito para el libro “Babies with Down syndrome”. Pues bien, la Prof. Buckley afirma:

«Los estudios demuestran que los padres son los mejores terapeutas y que las mejores ‘terapias’ o intervenciones son las que proporcionan la madre y el padre en su casa. Las terapias y demás actividades docentes tendrían que desarrollarse idealmente en la casa como parte de las actividades y los juegos rutinarios. Esas terapias especiales no deben ocupar un espacio de tiempo superior a los 20-30 minutos diarios de enseñanza adicional»...

...«En mis muchos años de experiencia, destacaría que el hecho más importante para un niño con síndrome de Down es el sentirse plenamente querido en una familia feliz: como cualquier otro hijo. Los niños con síndrome de Down aprenden todos los días, cada día, a base de ser amados, de que se les hable, de que se juegue con ellos, de que se sientan incorporados en la vida de familia igual que cualquier otro hijo. La razón de que insista en esto es para animarte a que mantengas la atención temprana y demás terapias y enseñanzas en la debida perspectiva».

Olvidamos que es en el ambiente familiar en donde se debe realizar la auténtica estimulación. Con ello no menos preciamos el papel del profesional, simplemente afirmamos que la acción del profesional debe ser limitada, mostrada y enseñada a la familia para que sea ella la que lleve a cabo las tareas en un ambiente ecológico, natural, divertido y alegre. ¿De qué sirven unos minutos de logopedia artificiosamente realizada en un gabinete si después no se le habla al hijo de forma natural y con frecuencia en casa? ¿De qué sirven los ejercicios sobre colores y formas si después no son constantemente utilizados con los cientos de objetos multicolores que tenemos en casa?

“El aprendizaje natural o ecológico” que con toda intención está dentro de la sección dedicada a la Atención Temprana. Recordamos su dirección para que no haya dudas: Aprendizaje natural o ecológico.

Ofrece múltiples y sencillos ejemplos de cuanto podemos realizar en casa. Esa es la auténtica atención temprana, que influye sobre el desarrollo de nuestro hijo mucho más que los minutos que puede pasar en las “terapias”. ¿Por qué buscamos “terapias”, a veces de lo más esotéricas, si la principal está en el tiempo, interés, imaginación y constancia que nosotros ―madre, padre, abuelos, hermanos― dediquemos de una forma natural?

Hay autores que afirman que, conforme se han ido profesionalizando los servicios prestados a los niños y adolescentes con síndrome de Down, les parece notar una reducción en la calidad de competencias de estos jóvenes. Y se preguntan si, confiados los padres en que ya hay quien haga el trabajo, han dejado de atender a sus hijos con la calidad y dedicación que los padres mostraban hace veinte o treinta años, cuando se empezó a demostrar las enormes potencialidades que puede desplegar una persona con síndrome de Down correctamente atendida.

Quede bien claro que esta llamada de atención no va “contra” los profesionales: los necesitamos y los apreciamos. Sólo pretende insistir en que no hay progreso real, armónico y eficiente, en el niño-adolescente-joven con síndrome de Down si no existe detrás una acción familiar amorosa e inteligente, que esté bien formada e informada. Capaz de aprovechar tiempos y espacios. Atenta y receptiva para asimilar los conocimientos contrastados.


Estimulación temprana.

La Estimulación Temprana se basa en la neuroplasticidad, significa que cuando un niño nace viene con una estructura cerebral y con sus neuronas absolutamente dispuestas para que sean activadas mediante los estímulos del exterior, sea un niño con o sin Síndrome de Down. Mediante la estimulación se pretende lograr que desde los 0 años de edad y hasta los 6 años adquiera el desarrollo psicomotor que es necesario de acuerdo a su edad.

Cuando, por ejemplo, un niño no puede realizar una función, se logra que la realice activando otra parte del cerebro que supla la función que está ‘dormida’. Esto se va haciendo a través de la experiencia, de explorar el entorno, de ponerse en posiciones que nunca ha estado, de masajes. Tratamos de activar neuronas para que formen un mapa neuronal que se mantenga en el tiempo.


¿Cómo beneficia este tipo de estimulación a un niño con Síndrome de Down?

Los niños con Síndrome de Down, al igual que cualquier niño tienen un cerebro muy plástico, entonces en primera instancia debemos enfocamos en los hitos de su desarrollo para que los vayan adquiriendo de acuerdo a la edad. Por ejemplo, recién nacidos estimulamos lo visual, porque si es capaz de fijar la mirada en un objeto y después seguirlo, estamos estimulando de forma indirecta el control de su cabeza.

También se ha demostrado, mediante varios estudios, que estimulando a un niño desde el día que nace, su desarrollo neuronal es mucho mayor, habrá más conexiones nerviosas que se van a fusionar, lo que se traduce en que los hitos motores sean adquiridos en forma más temprana. Sin duda, será un niño más resuelto y al tener control de su cuerpo, podrán explorar mejor el ambiente, lo que ayuda en su desarrollo cognitivo y del lenguaje, que también se estimula desde los 0 meses.

La idea es que el niño vaya adquiriendo las habilidades que necesita para su edad y se sienta lo más pleno y seguro para interactuar posteriormente con su entorno.

Cuando los padres reciben la noticia de que su hijo tiene Síndrome de Down, comienzan una serie de interrogantes como ¿qué haremos? ¿Qué pasara con este bebé? ¿Qué posibilidades tendrá de aprender? ¿Lo aceptará mi familia? Etc...

Es un momento en que todo se torna confuso para los padres, les cuesta mucho ampliar la mirada y darse cuenta de que existen formas de apoyar a su hijo desde el nacimiento.

En primer lugar, es importante tener claridad frente al diagnóstico con una adecuada y oportuna orientación médica. “Este es el primer eslabón de esta gran cadena. Debe ir de la mano la estimulación temprana, proceso fundamental para el desarrollo integral de este bebé, considerada como una atención global para el niño y su familia desde los primeros días y los primeros años”.

Los tres primeros años son críticos en el desarrollo de un niño y los seis primeros años los más importantes en el desarrollo y maduración neurofisiológicos. Se debe hacer una intervención formativa educativa, social y desde la salud, con la competencia de diversos profesionales que aportan desde diferentes dimensiones y con una visión de carácter ecológico. Estudios de los últimos años han promovido un cambio de actitud con los bebés con Síndrome de Down y sus primeros años de infancia”.

La atención temprana es entonces el primer paso en el proceso educativo. Tener la oportunidad de acceder a estos programas significa un gran beneficio para los niños, los padres y sus familias.

 “El soporte que estos programas prestan a los padres, en lo que se refiere al ajuste emocional y social ante el nacimiento de un hijo con Síndrome de Down, es sumamente relevante, ya que les proporciona la ayuda necesaria para educar a su hijo, mediante grupos de apoyo y la relación terapéutica con el profesional que estimula, además de proporcionar información.

Es importante reflexionar que un hijo con Síndrome de Down se debe considerar como cualquier otro niño, que seguirá con un proceso de desarrollo físico e intelectual especial y único, a un ritmo particular que depende de cada uno.

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