LO QUE SENTIMOS COMO PADRES.

Ante la primera noticia, muchos padres y madres de niños con síndrome de Down han experimentado reacciones muy diferentes.

Es imprescindible que el equipo médico que nos asiste en el nacimiento se encuentre capacitado para comprender los diversos sentimientos que puede generar dicha noticia y con ellos tener la pericia para explicarnos adecuadamente qué es el síndrome de Down, qué sentimientos suelen acompañar la noticia y qué implica para nuestro bebé tener esta condición.

Estos primeros momentos son también fundamentales para nuestro entorno familiar. Ellos también se encuentran desorientados. Por eso, debemos tener una guía que nos ayude a hacerles entender el delicado momento por el que estamos pasando.

¿QUÉ TIPO DE SENTIMIENTOS PODEMOS EXPERIMENTAR? 

Cada persona es diferente y afronta las situaciones de una manera única, si bien es común experimentar algunos sentimientos o reacciones como los que detallamos a continuación. Pueden darse varios a la vez, predominar uno de ellos o bien ir cambiando a medida que pasa el tiempo.

Como pareja, podemos experimentar un mismo sentimiento o reaccionar de forma opuesta ante esta situación. Debemos respetar nuestro proceso y apóyanos mutuamente.

No es mejor ni más correcto sentirse de una forma u otra. La aceptación de lo que sentimos es una parte de este proceso que no puede ser acelerado a pesar de las ganas que tengamos de superarlo. Los estados de ánimo por los que pasaremos variarán desde la tristeza, negación, culpabilidad, rabia, frustración, hiperactividad o depresión, hasta la alegría y aceptación y podrán regresar pasado un tiempo. No nos desalentemos, es normal que esto suceda.

• Tristeza: Algunos padres pasan un proceso de duelo porque el hijo soñado y esperado no va a nacer. Poco a poco, van aceptando al bebé, gracias al contacto y a su demanda de cuidados y cariño. El sentimiento de tristeza puede volver más adelante, incluso cuando pensemos que está superado, pero se irá difuminando con el tiempo y un día, quizás antes de lo que esperamos comenzaremos a disfrutar plenamente de nuestro hijo.

• Negación: Es una de las reacciones más comunes. Sentir que este problema no está ocurriendo (“esto no me puede pasar a mí"), es un recurso psicológico que nos permite tomaros un tiempo antes de ser capaces de afrontar la situación real.

• Culpabilidad: No olvidemos nunca que el hecho de que nuestro hijo nazca con síndrome de Down no es culpa nuestra ni está condicionado por factores externos o ambientales. Esta alteración genética se produce de forma aleatoria en 1 de cada 700 - 1000 concepciones que se producen en el mundo.

• Rabia y frustración: “¿Por qué me ha tocado a mí?” Los sentimientos de rabia o frustración son también muy comunes. Se aliviarán conforme vaya transcurriendo el tiempo y seamos conscientes de que nuestra energía y optimismo son vitales para el desarrollo y bienestar de nuestro bebé.

• Depresión: Si el sentimiento de pena es muy fuerte y nos sentimos desamparados y abrumados por esta situación, es posible que se produzca una depresión. En este caso es conveniente buscar la ayuda de un psicólogo o experto que nos oriente. La familia y nuestra pareja serán también puntos de apoyo fundamentales para superarlo.

• Hiperactividad: Otra reacción frecuente en muchos padres es la de ocuparse en multitud de tareas para no afrontar sus sentimientos. Internet ofrece una fuente inagotable de datos que pueden ser excesivos para los primeros momentos. Dedicar todo nuestro tiempo y energía a recabar información acabará agotándonos, por lo que nos conviene continuar con nuestra rutina: pasear, ir al cine, cenar con amigos o viajar nos ayudará en este proceso.

• Alivio y alegría: Superado el desconcierto inicial y con la asesoría de otros padres o expertos, podremos sentir cierto alivio al conocer las aptitudes y posibilidades de las personas con esta discapacidad, así como alegría por la nueva vida que espera.

• Aceptación: Pasado un tiempo asumiremos la nueva situación y estaremos en condiciones de disfrutar de nuestro bebé. Nuestra actitud positiva y creativa para ofrecer al niño diferentes oportunidades de aprendizaje serán básicos para su desarrollo y bienestar.

        2.3 COMUNICACIÓN Y HUMANIDAD …[LEER MÁS]